¿A quién no le gusta el jamón? Y si es un buen jamón de Julián Becerro mucho mejor. Disfrutarlo es fácil, pero, ¿cómo se consigue la loncha de jamón perfecta? Hoy os damos los mejores trucos para conseguirla.

Pasos previos al corte

Para conseguir la loncha de jamón perfecta, antes de comenzar el proceso de corte en sí debemos preparar todos los elementos necesarios.

Lo primero e imprescindible es el jamón. Podemos elegir un jamón o paleta de jamón, dependiendo del uso que vayamos a darle o de la cantidad de jamón que precisemos cortar.

Además, necesitamos disponer de los utensilios para el corte:

  • tabla o jamonero: para sujetar correctamente la pieza a cortar.
  • cuchillo carnicero: para limpiar el jamón antes del corte. Con él quitaremos la piel y grasa sobrantes.
  • cuchillo jamonero: el necesario para lonchear el jamón.
  • otros cuchillos: una puntilla para separar la carne del hueso y un cuchillo deshuesador para acceder a las zonas más complicadas.
  • chaira o afilador: para mantener los cuchillos en perfectas condiciones.
  • un guante de seguridad: evitaremos sufrir cortes innecesarios.
  • unas pinzas: opcionales, para ir recogiendo el jamón que cortamos y colocándolo en un plato.

Colocar el jamón en su soporte

Hace un tiempo os hablamos sobre cómo colocar el jamón correctamente.

Todo dependerá de la rapidez de consumo de la pieza. Si vamos a cortarlo en un breve espacio de tiempo, lo colocaremos con la pezuña para arriba. Así lo comenzaremos por la maza.

Si por el contrario, pensamos que tardaremos un tiempo prolongado en terminarlo, lo colocaremos con la pezuña para abajo. De este modo, empezaremos por la parte más seca del jamón.

Limpiar la pieza

Una vez bien fijado, comenzaremos a limpiar la pieza. Retiraremos la corteza o piel sobrante, haciendo lo mismo con el exceso de grasa. Esta la reservaremos para luego conservar mejor el jamón.

En busca de la loncha de jamón perfecta

Ahora que tenemos todo listo, comenzamos a cortar nuestras lonchas de jamón.

Para que sea la loncha ideal, debemos conseguir un tamaño que quepa en la boca de un solo bocado. Se estima que una buena longitud puede ser de 5-6 cm.

Además, la loncha debe ser fina, casi transparente. De este modo prácticamente se deshace y se aprecian mucho mejor todos los matices de este manjar.

Un punto fundamental es que la loncha tenga su grasa. Por un lado, aporta jugosidad al bocado. Por otro lado, la grasa se funde en la boca y nos da matices indescriptibles. Finalmente, no hemos de olvidar que la grasa del jamón ibérico es buena para la salud, es cardiosaludable. Así que, ni se os ocurra quitarle la grasa a las lonchas del jamón.

El proceso de corte

Para cortar adecuadamente el jamón hay que colocar el cuchillo lo más horizontalmente posible. Procederemos a cortar las lonchas con un movimiento en zig zag.

Hay que hacer el corte de manera delicada, sin prisas. Será el propio jamón el que marcará la resistencia y la cadencia que hemos de seguir con el cuchillo.

Ahora solo queda emplatarlo de manera apetitosa y disfrutar de este placer culinario.

¿No se os da muy bien esto de cortar jamón? Nadie nace aprendido. Pero si queréis aprender a cortar jamón para conseguir la loncha de jamón perfecta, podéis apuntaros a nuestros cursos de corte y emplatado. No tendréis excusas para no hacerlo bien. Podéis informaros aquí.

Y como siempre, el mejor jamón lo podéis encontrar en nuestras tiendas. ¡Os esperamos!